Todo empieza en 1968, cuando nuestros padres y tíos, que sabían más de navajas que de cañas, deciden abrir su propio bar en lo alto de La Villa, en el antiguo corazón de Albacete. Desde ese primer local —en un barrio que hoy ya es historia— nació el alma de El Filo de la Navaja: un lugar para el buen comer, el buen beber y las buenas anécdotas familiares. Nuestro espíritu sigue intacto tres generaciones después.
Nuestro nombre no es casualidad: venimos de familia de maestros cuchilleros. Mientras otros heredaban relojes, nosotros heredamos el arte de cortar fino… y también de servir una tapa como Dios manda. Así, en honor a esa tradición cuchillera que corre por nuestras venas, bautizamos el bar como El Filo de la Navaja, para no olvidar nunca de dónde venimos.
50 aniversario
¡Mira nuestros reconocimientos!
En 2018 cumplimos medio siglo dando guerra, y claro, algo había que celebrar. Clientes, amigos y hasta desconocidos se juntaron para brindar por una historia que sigue afilada como el primer día.
Reconocimiento de APRECU
La Asociación de Cuchilleros de Albacete (APRECU) nos homenajeó en nuestro 50 aniversario por llevar con orgullo el nombre de El Filo de la Navaja. Nos dieron un premio que guarda el filo de tantos años de trabajo, cuchillos, tapas… y buenos ratos.